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Politicas de manejo del atun y estado de los stocks

Ponencia 1

Doctor Arni Mathiesen, Subdirector de Pesca y Acuacultura FAO

Inicia su exposición, expresando su satisfacción por estar en Manta Ecuador, y agradece a CEIPA por su hospitalidad y cooperación en el desarrollo de este Foro: “Quisiera comenzar expresando mi satisfacción por estar aquí en Manta hoy, para participar en esta conferencia. Me gustaría agradecer a CEIPA por su hospitalidad y la cooperación. A pesar de que estoy en un país extranjero, me siento como en casa, sintiendo alrededor nuestro la cercanía del mar”.

Continúa su ponencia, manifestando que, la industria del atún es probablemente la actividad individual más grande y más importante en el mundo de la pesca. La captura de pescado para consumo humano está alrededor del 10% y del 20% del valor de toda la captura marina. Representa una parte fundamental del comercio internacional ya que más del 80% de las capturas se comercializan, por lo que es un sector que contribuye grandemente al ingreso de divisas para los países que realizan exportaciones.

Se debe recordar que, el pescado es el producto principal entre los productos básicos de los alimentos que se internacionalizan y más grande que todos los otros productos juntos y, que en los países en desarrollo es casi la mitad de este comercio. Manifiesta que el nivel socio económico local es importante pues 85 países capturan atún de una forma u otra, tomando en cuenta que en algunos de ellos, este producto es la única especie de pescado que consumen.

Indica que, el sector conservero es en muchos países un gran proveedor de fuentes de trabajo, particularmente para las mujeres, con pocas oportunidades de plazas para elegir. Comenta que de lo expuesto anteriormente, todos conocen, pero que él quiere aportar con su conocimiento, su experiencia, y desde su óptica, mostrar como mira la industria. Una vez dicho esto, da a conocer por qué la FAO en su Código de Conducta, presta atención a la industria y pone como mandato acabar con el hambre, aliviar la pobreza y enfatiza su interés en la seguridad alimentaria y la nutrición. Un ejemplo real de la situación actual en el mundo es que aproximadamente, mil millones de personas (12% de la población mundial), dependen de la pesca para su subsistencia a fin de obtener entre un 15- 25% de su consumo de proteína animal, pero lo que preocupa es que casi mil millones de personas mueren de hambre y otros mil millones son deficientes en nutrientes.

La industria ha sido muy criticada y eso preocupa, da a conocer el expositor, pues hay una serie de cuestionamientos de carácter técnico, político, incluyendo las cuestiones de equidad en más de un nivel, que deben ser enfrentados y resueltos en el futuro, si la industria quiere prosperar y ofrecer a la comunidad mundial su máximo potencial.

Eso, sin embargo, no sorprende pues las pesquerías de atún son llevadas en áreas que proyectan casi la mitad de la superficie de Europa, y como dije anteriormente hay 85 naciones que participan en la pesca, lo que equivale a decir, casi la mitad del número de los miembros de las Naciones Unidas. Este es un mercado que representa varios millones de dólares, y que van a distinto destinos en el mundo, tanto como a los países adyacentes costaneros, que a veces están en competencia. El resultado es que más de 1/3 de las poblaciones de atún es en la actualidad objeto de sobrepesca.

Esta es la razón por la que la FAO ha dado su consentimiento para liderar el llamado Proyect Tuna GEF ABNJ con un número de socios altamente competentes, incluyendo todas las Organización Regional de Ordenación Pesquera (Siglas en Inglés RFMOs), las partes interesadas de la industria y las organizaciones no gubernamentales. El propósito del proyecto es que los socios trabajen conjuntamente para mejorar la industria, mejorar la gestión, hacer que sea más amigable con el medio ambiente, más rentable y más equitativo. En definitiva, que este propósito sirva para garantizar a largo plazo la contribución de las industrias tanto a nivel local como a nivel mundial. El expositor anuncia, que el proyecto del Atún fue aprobado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (Siglas en Inglés GEF) hace un par de semanas y que ya se ha contratado a un coordinador global, el Señor Alejandro Anganuzzi, ex secretario ejecutivo de la IOTC.

“Creo que el proyecto que he descrito anteriormente, es posible, no es fácil, pero podemos hacerlo. Parte de la razón de mi optimismo es que, a pesar de las cifras y valores que he mencionado, soy de la opinión de que las RFMOs han estado haciendo un trabajo relativamente bueno en los últimos años. Si nos fijamos en las cifras más de cerca, es decir, los niveles de cose- cha en un llamado Kobe-trama, y se incluyen todas las especies, no sólo las principales especies de túnidos; se puede ver que la mayoría de ellos se agrupan a nivel del Rendimiento Máximo Sostenible (Siglas en Inglés MSY), y otros están bastante cerca. Sin embargo, hay valores atípicos en los que se encuentran importantes poblaciones de atún, los que no deben tomarse a la ligera, y en donde tenemos trabajo que hacer”.

Continua, “Me dice, el coordinador que bien administrada y financiada las RFMOs pueden hacer la investigación necesaria, recopilar la información, tener las políticas de gestión pertinentes, tener mecanismos de toma de decisiones y el mecanismo de aplicación que se necesitan; en fin, proporcionan la oportunidad y el incentivo a sus miembros para hacer un trabajo, que puede ser exitoso. Con esto, estoy muy contento, no sólo por lo que nos dice sobre el posible éxito futuro del Proyecto de atún, sino también sobre las posibilidades de que a otras RFMOs se les dé la misma oportunidad e incentivo. Básicamente, hemos puesto en marcha, el Sistema de Gestión de la Pesca Regional”.

Posteriormente, presenta un tema diferente al antes expuesto, y manifiesta que, en los últimos 22 meses la FAO ha participado en la reestructuración de su marco estratégico bajo el liderazgo del Director General, José Graziano Da Silva. El nuevo marco entraría en vigor a principios del próximo año. FAO dirigirá su gestión con miras a alcanzar cinco objetivos estratégicos que permitan la eliminación del hambre, la reducción de la pobreza y la utilización sostenible de los recursos. Definidos los productos y servicios, se establecen los mecanismos de ejecución. Uno de los que se está preparando es una iniciativa de crecimiento azul de la FAO para la seguridad alimentaria y la nutrición, el alivio de la pobreza y la utilización sostenible de los recursos; basado en los principios del Código de Conducta para la Pesca Responsable y los instrumentos conexos, el enfoque por ecosistemas, las directrices voluntarias sobre la tenencia y las directrices voluntarias esperadas para pesca en pequeña escala.

Esperan que esta decisión de crecimiento azul en cuatro secciones: la pesca de captura y acuicultura basada en el Programa Mundial de Promoción de la Acuicultura— GAAP que se está desarrollando, la cosecha comercial, el programa de apoyo social y el programa de nuevos servicios de generación de ingresos de los ecosistemas del medio marino y acuático, sean proyectos a nivel mundial, regional y nacional con las diferentes oficinas líderes en sus respectivos ámbitos. Recuerda que, una de las primeras cosas que hizo después que llegó a la FAO tres años atrás, fue trabajar sobre los llamados documentos futuros, en donde la Industria de la pesca y el Departamento de Acuicultura examinaron el futuro, hasta el 2050, a fin de observar que desafíos afrontarían, y tomarlos en cuenta para una planificación futura. Seguidamente, el año pasado, se creó un escenario que permitía observar como la oferta y demanda se comportarían en 2030, basándose en el crecimiento de la población como lo predice la ONU y el crecimiento de PBI indicado por el Fondo Monetario Internacional; la pesca de captura dada dejaría el nivel con el que se mantiene hoy en día; y, la acuicultura seguiría creciendo al ritmo actual, tomando en cuenta la relación entre el PBI y el consumo de pescado, pero los precios y todos los otros parámetros se mantendrían igua- les. Basado en este modelo simple se llegó a una conclusión que hacia 2030 habría déficit de aproximadamente 50 millones de toneladas; y el factor que influiría, sería el crecimiento del PIB.

Para finalizar y, frente a la problemática de déficit futuro, el expositor Doctor Arni Mathiesen, plantea la pregunta de rigor: “¿Cómo vamos a responder a esta demanda?, será nuestra tarea conjunta  futura.

¿Cómo vamos a hacerlo?, tenemos varias opciones. Podríamos reducir los residuos en toda la cadena alimentaria, la transferencia de la captura de un uso no alimentario para uso alimentario, podríamos intensificar y aumentar la acuicultura e incluso un aumento de la oferta de La pesca de captura, es hasta cierto punto dentro de este plazo, plausible. Tenemos que averiguar, pero tenemos tiempo y los invito a unirse a nosotros en la FAO, en el Proyecto Tuna, en nuestro nuevo marco estratégico, en la Iniciativa de Crecimiento Azul en otros lugares en donde las oportunidades para encontrar soluciones, pueden darse. Gracias por su paciencia”.