Ponencia 7

Ingeniero Olmedo Zambrano, Vicepresidente de CEIPA

Al inicio de su disertación, nos lleva a un recorrido por la historia del Ecuador e indica que en la última década hemos visto muchos cambios en la forma de hacer negocios en todo el mundo. Las empresas atuneras no son una excepción, ya que la globalización ha transformado a estos negocios, de cara a los mercados mundiales.

De hecho y mirando al pasado, América del Sur fue el blanco de muchos inversionistas en todo el mundo, especialmente de Europa y Estados Unidos, lo que se reflejó en un extraordinario incremento de exportación de atún, logrando hacer de esta industria un modelo para otras industrias alimentarias.

En esta región, específicamente en Ecuador a partir de 1949, recibió inversiones internacionales y los productos atuneros fueron los primeros en ser negociados bajo este nuevo escenario, para luego dar paso a muchos inversionistas locales que colocaron importantes empresas procesadoras de atún.

Algunos atributos como la excelente estructura de costos y la cercanía a las áreas de pesca, convirtieron a ésta en un sector muy competitivo y atractivo; y que hasta los años 70 fue el motor de desarrollo de toda una industria en San Diego California, Estados Unidos.

La industria procesadora atunera impulsada por los criterios y conceptos de FAO, debe desarrollar en conjunto, acciones coherentes en el marco de la pesca responsable y la aplicación de medidas ambientales, con un objetivo doble: el uso racional de los recursos para asegurar su disponibilidad a largo plazo; y, establecer una imagen de país de respeto al medio ambiente, para con sus trabajadores y con el consumidor.

Gobierno y empresarios, socios competitivos, la industria sola no puede mantener la competitividad, para asegurarla muchos actores en un país unen sus esfuerzo, siendo el gobierno uno de los actores principales. En este sentido el gobierno del Ecuador tiene un papel importante a desempeñar y debe cooperar con la industria para facilitar su expansión y competitividad. Como ejemplo, brindar el apoyo a programas de investigación y evaluación de los recursos pesqueros, que permitiría una mejor administración pesquera y una explotación sustentable, una participación técnica y activa en los organismos regionales como la CIAT; y porque no decirlo, créditos preferenciales de fomento para el cambio de tecnologías y/o mecanismos arancelarios tributarios para lograrla.

Lo importante es planificar hacia dónde dirigirse en el desarrollo del sector pesquero y luego usar estos elementos para establecer el marco legal actualizado en lo laboral, ambiental y pesquero; teniendo en cuenta los procesos de globalización, la pesca sustentable y la competitividad. El mejor indicador de la competitividad en el futuro, es la competitividad en el presente, cuyo fundamento es lograr aplicar las mejores vías de trabajos, basados en el mantenimiento de los mercados actuales.

Haciendo un paréntesis, manifiesta la importancia de tener un acuerdo comercial para el desarrollo con la UE, e indica que como bien decía el expositor que lo antecedió, es importante que entendamos empresarios y el gobierno, que es fundamental lograr este acuerdo en el menor tiempo posible.

Así mismo, debemos buscar la diversificación de mercados y productos, la formación continua, inversión en tecnología, el apoyo financiero y tecnológico externo, y la importancia de resultados y acuerdos en los foros internacionales.

En los actuales momentos la industria procesadora de atún del Ecuador, está posicionada como la más importante de la Costa del Pacífico y una de las más importantes a nivel mundial. Para el Ecuador, el mercado más grande para el atún en conserva y

lomos precocidos es la UE, en donde especialmente se destaca el mercado español. América Latina se constituye en un creciente e importante mercado para nuestras exportaciones, ocupando el segundo lugar como destino de estas.

El otro gran mercado del atún, es Estados Unidos, con el cual de momento no tenemos aún acuerdo comercial, por lo que no podemos aprovechar las oportunidades que este mercado brinda. Es importante que el gobierno y los empresarios, comencemos a trabajar en este aspecto.

En la última década la industria procesadora ecuatoriana ha invertido en mantener los más altos niveles de calidad e inocuidad alimentaria, respetando y apoyando la ampliación de las Leyes de Ordenamiento elaboran sus productos, lo cual compromete a las empresas del sector a cumplir con requisitos que garanticen la seguridad de sus productos y la seguridad de sus consumidores, y un continuo análisis de políticas de compra de las cadenas de supermercados que buscan una pesca responsable, les permite estar vigentes en el mercado.

Pesquero, como son las vedas oficiales y naturales. La industria es fiel cumplidora de las normas internacionales de la Organización Mundial del Trabajo, no contratando mano de obra infantil y forzada, dotada con tecnología de punta que se ve reflejada en productos de alta calidad y en el desarrollo de nuevos productos con valor agregado. Dota de manera permanente de capacitación a la mano de obra operaria y de mandos medios, que hacen que nuestros productos no solo se encuentren en los mercados mundiales sino que también nos convierte en la mejor alternativa de la industria atunera en el mundo.

Al momento nos encontramos en un franco proceso de implementación de un Código de Buenas Prácticas de Sostenibilidad del Atún. De hecho, la clave de entrada a los mercados más exigentes del mundo, ha sido el alto nivel de calidad con que se elaboran sus productos, lo cual compromete a las empresas del sector a cumplir con requisitos que garanticen la seguridad de sus productos y la seguridad de sus consumidores, y un continuo análisis de políticas de compra de las cadenas de supermercados que buscan una pesca responsable, les permite estar vigentes en el mercado.

El enfoque de desarrollo, es una perspectiva que diferencia el concepto de agregar valor, por el simple hecho de transformar un producto, con la existencia de una estructura virtual entre los actores de un proceso productivo que les permita orientarse hacia objetivos comunes, maximizar sus resultados y ganancias y establecer parámetros de información y comunicación que aseguren la sustentabilidad del sector a largo plazo.

Bajo este enfoque, nuestro sector industrial se encuentra frente a un reto inmediato, mejorar la competitividad del sector atunero mediante el fortalecimiento y consolidación de la Cadena de Valor del Sector y un enfoque de sostenibilidad del recurso atún.