El mundo dio un paso histórico hacia la protección de la vida marina con la entrada en vigor del Tratado de Alta Mar, tras alcanzar el umbral de 60 ratificaciones estatales necesarias. El acuerdo, que adquirirá fuerza legal el 17 de mayo de 2026 (120 días después del hito), representa el primer instrumento internacional legalmente vinculante para proteger la biodiversidad en aguas internacionales.
La ratificación por parte de cuatro nuevos países esta semana —Sri Lanka, San Vicente y las Granadinas, Sierra Leona y Marruecos— completó el número mínimo requerido para activar el Tratado, conocido formalmente como el Acuerdo BBNJ (Biodiversidad Biológica de Zonas fuera de la Jurisdicción Nacional).
El Tratado abarca dos tercios del océano mundial, una vasta extensión de alta mar que hasta ahora carecía de protección específica pese a su papel fundamental para la salud del planeta. Rebecca Hubbard, directora de High Seas Alliance, calificó el momento como “la culminación de años de dedicación y diplomacia global”.
“El Tratado de Alta Mar es un poderoso testimonio del multilateralismo, que demuestra lo que el mundo puede lograr cuando nos unimos por el bien común de nuestro océano”, declaró Hubbard.
El nuevo marco legal proporcionará herramientas innovadoras para combatir la pérdida de biodiversidad marina:
- Creación de Áreas Marinas Protegidas (AMP) en aguas internacionales
- Evaluaciones obligatorias de impacto ambiental para actividades humanas planificadas
- Mayor equidad para países en desarrollo mediante acceso a conocimientos, tecnología y beneficios de recursos genéticos marinos
Estas disposiciones son esenciales para alcanzar el ambicioso objetivo 30×30 del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, que busca proteger el 30% de la tierra y el océano del planeta para 2030.
El camino hacia este acuerdo fue extenso. Adoptado en junio de 2023 tras casi dos décadas de debate, el Tratado se abrió a la firma en septiembre del mismo año. Palaos marcó el precedente como el primer país en ratificarlo en enero de 2024, seguido por naciones de todas las regiones.
Actualmente, además de las 60 ratificaciones, 142 países más la Unión Europea han firmado el acuerdo, señalando su intención de ratificarlo próximamente.
La primera Conferencia de las Partes (CoP) deberá convocarse antes de finales de 2026. Mientras tanto, ya están en marcha los trabajos preparatorios en Naciones Unidas para crear las instituciones necesarias.
Los gobiernos también trabajan en propuestas para las primeras AMP de alta mar, incluyendo sitios de biodiversidad críticos como las cordilleras de Salas y Gómez, el mar de los Sargazos y el Domé Termal en el Pacífico Oriental.
“Alcanzar las 60 ratificaciones no es la meta, es solo el punto de partida”, enfatizó Hubbard. “La verdadera fuerza del Tratado reside en la participación universal”.
Se esperan nuevas ratificaciones durante la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, programada para septiembre de 2025.