La Comisión Europea ha presentado su propuesta para el próximo Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028-2034, que contempla la eliminación del FEMPA (Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura) como instrumento independiente. Esta decisión representa un cambio radical en la política de financiación pesquera de la UE, al integrar estos recursos en fondos más amplios y generalistas.

El presupuesto europeo experimentará un incremento del 66,7%, pasando de 1,2 a 2 billones de euros. Sin embargo, los recursos destinados específicamente a la pesca sufrirán una drástica reducción: de 6.100 millones de euros en el período 2021-2027 a apenas 2.000 millones para el próximo ciclo.

Los fondos pesqueros quedarán incorporados principalmente en el denominado “Fondo Europeo para la Prosperidad y Seguridad Sostenible Económica, Territorial, Social, Rural y Marítima”, que concentrará el 48% del presupuesto total. También se distribuirán entre diversos programas relacionados con agricultura, cohesión y desarrollo regional.

La nueva arquitectura financiera otorga mayor discrecionalidad a los Estados miembros mediante planes de colaboración nacionales y regionales. Bruselas justifica este cambio como una forma de lograr que los recursos lleguen de manera “más racional, flexible e impactante”, adaptándose a las necesidades locales específicas.

Rechazo frontal del sector pesquero europeo

La patronal Europêche ha expresado su “alarma” por la propuesta, considerándola una traición a las promesas realizadas al sector. La organización denuncia que la pesca, “una de las pocas políticas verdaderamente comunes de la UE”, ha quedado “sorprendentemente ausente incluso en la denominación del nuevo fondo”.

Europêche ha acuñado el término “doble absorción” para describir el proceso que afectará a los recursos pesqueros:

  • Primera absorción: La fusión con fondos europeos más amplios y generalistas
  • Segunda absorción: La alineación con los objetivos del Pacto por los Océanos, que abarca múltiples sectores de la economía azul

Esta situación generará competencia directa entre las necesidades tradicionales del sector pesquero y otras iniciativas como la energía oceánica, la biotecnología marina o la desalinización por los mismos recursos financieros limitados.

La organización empresarial advierte que dejar en manos de los Estados la decisión sobre la financiación pesquera podría crear “apoyos desiguales en toda la UE” y “condiciones de competencia desequilibradas que socaven la cohesión del mercado único”.

Europêche considera que la propuesta contradice las prioridades políticas de la actual Comisión Europea en materia de “competitividad, resiliencia y autonomía estratégica”, especialmente en un contexto geopolítico complejo.

“Esto no es lo que se nos prometió”, ha declarado la organización, que ha anunciado su intención de trabajar “con el Consejo y el Parlamento Europeo para asegurar que se reconozcan las necesidades específicas de nuestro sector y se garantice un fondo independiente y reforzado dedicado a la pesca”.

Europêche confía en que los colegisladores puedan “corregir el rumbo” del nuevo presupuesto comunitario durante el proceso de negociación que se avecina.