El sector pesquero español ha recibido con beneplácito la publicación del Pacto Europeo del Océano, una iniciativa estratégica de la Unión Europea dirigida hacia un futuro marítimo más resiliente y sostenible. La Confederación Española de Pesca (Cepesca) se ha sumado al respaldo mostrado por organizaciones europeas como Europêche y la Alianza Europea de la Pesca de Fondo (EBFA).

Para Cepesca, el pacto supone un reconocimiento explícito de la pesca como actividad económica fundamental, alineando la protección de ecosistemas marinos con la competitividad del sector, la innovación tecnológica y el bienestar de las comunidades costeras.

“La Visión 2040 para la pesca y la acuicultura es una guía clara hacia un modelo más moderno y sostenible”, declaró Javier Garat, secretario general de Cepesca y presidente de Europêche. El dirigente destacó especialmente la propuesta de una estrategia de renovación generacional azul, destinada a asegurar el relevo en un sector clave para la seguridad alimentaria europea.

El sector celebra que el pacto incluya propuestas largamente reivindicadas, entre ellas una campaña europea sobre alimentos marinos, una Estrategia Industrial Marítima y un enfoque reforzado para la resiliencia de las comunidades costeras que dependen económicamente del mar.

En el ámbito medioambiental, Cepesca valora positivamente el impulso a la investigación científica y la innovación tecnológica, así como la revisión de la Directiva Marco sobre la Estrategia Marina, que según el sector debe aplicarse “caso por caso y basada en evidencia científica”, especialmente en la gestión de las Áreas Marinas Protegidas.

Sin embargo, la organización ha expresado preocupaciones significativas. En primer lugar, denuncia la ausencia de fondos adicionales para respaldar las medidas anunciadas. Aunque el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (FEMPA) aporta cierto apoyo, el sector considera que su dotación es insuficiente para cumplir los ambiciosos objetivos del pacto.

Como consecuencia, Cepesca solicita un refuerzo del FEMPA en el próximo Marco Financiero Plurianual (2028-2034) y la creación de un plan específico de renovación de la flota europea.

Además, el sector advierte sobre incoherencias entre el cuerpo principal del pacto y su anexo. Mientras el texto principal plantea una posible revisión de la Política Pesquera Común, el anexo mantiene referencias a objetivos obsoletos de 2020, generando lo que Cepesca califica como “confusión y frustración” entre los profesionales.

Especial inquietud provoca la referencia al Plan de Acción Marino de la UE, incluido en el anexo, que plantea la eliminación progresiva de la pesca de fondo en las Áreas Marinas Protegidas para 2030. Cepesca considera que esta propuesta revive narrativas críticas del pasado, señalando injustamente a la pesca de fondo como la actividad más perjudicial para el fondo marino, pese a los avances recientes en sostenibilidad y control.

“El pacto representa una gran oportunidad para armonizar la política pesquera con una gobernanza oceánica moderna”, concluyó Garat, “pero esa ambición debe ir acompañada de recursos suficientes y de un alejamiento de la retórica negativa. La prioridad debe ser reforzar la resiliencia del sector y asegurar un suministro estable de productos pesqueros para Europa”.

La posición de Cepesca refleja el equilibrio que busca el sector entre el apoyo a las políticas de sostenibilidad marina y la defensa de sus intereses económicos y laborales en el marco de la nueva gobernanza oceánica europea.