La Unión Europea dio un paso importante contra la contaminación marina el pasado martes 8 de abril, cuando el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE alcanzaron un acuerdo provisional sobre una normativa que busca limitar la contaminación causada por microgránulos de plástico.

El texto acordado establece una serie de medidas obligatorias que incluyen la prevención de derrames, formación especializada para el personal de empresas que emiten o transportan microplásticos, y extiende estas obligaciones tanto a actores europeos como no europeos.

Destaca en la nueva regulación un objetivo ambicioso de “cero pérdida de pellets” y una jerarquía clara de acciones: prevención como prioridad, seguida del control de derrames y, como último recurso, la limpieza.

Según datos citados por la UE, el transporte marítimo fue responsable del 38% de la contaminación por microplásticos en 2022, principalmente debido a colisiones y accidentes que involucran a buques portacontenedores. A pesar de su contribución significativa al problema, este sector ha recibido una prórroga adicional de un año para implementar la nueva normativa.

El acuerdo provisional deberá ser adoptado formalmente por ambas instituciones europeas y entrará en vigor dos años después de su publicación en el Diario Oficial de la UE.