La Fundación Internacional para la Sostenibilidad de los Productos del Mar (ISSF) presentó su evaluación anual que expone una realidad preocupante: únicamente la mitad de las principales poblaciones comerciales de atún a nivel mundial cumplen con los requisitos mínimos de sostenibilidad del Marine Stewardship Council (MSC), el principal organismo internacional de certificación pesquera.
El informe 2025, que analiza 23 poblaciones de atún en los océanos Atlántico, Pacífico e Índico, registra una ligera mejoría respecto al año anterior. Doce poblaciones ahora superan el Principio 1 del MSC —que garantiza que las especies no estén sobreexplotadas y mantengan niveles adecuados de biomasa— comparado con las 11 del informe previo.
Entre las noticias positivas destaca la recuperación del albacora del Pacífico Sur, que logró superar los umbrales exigidos y se suma a las poblaciones consideradas sostenibles.
Las poblaciones que actualmente cumplen los estándares incluyen especies clave como el listado del Atlántico occidental, las albacoreas norte y sur del Atlántico, el atún rojo oriental, diversas poblaciones del Pacífico y el listado del Índico.
Sin embargo, el informe identifica una falla sistémica crítica: apenas 7 de las 23 poblaciones cuentan con reglas de control de capturas bien definidas. Estos mecanismos son fundamentales para prevenir la sobrepesca y facilitar la recuperación de poblaciones agotadas.
“Aunque celebramos los avances, sigue siendo urgente que las OROP adopten reglas de captura eficaces. Sin una gestión proactiva, las poblaciones corren el riesgo de agotarse nuevamente”, advirtió Susan Jackson, presidenta de ISSF.
Poblaciones en riesgo requieren intervención inmediata
Las 11 poblaciones que no cumplen los criterios de sostenibilidad representan un llamado de alerta urgente. Entre estas se encuentran especies comercialmente vitales como el rabil y patudo del Atlántico, el listado oriental atlántico, el albacora mediterráneo, el atún rojo occidental, diversas poblaciones del Pacífico oriental y especies del Índico.
Estas poblaciones requieren intervención inmediata mediante reducción del esfuerzo pesquero, implementación de estrategias de recuperación o mejoras sustanciales en la gobernanza regional.
En cuanto a los marcos institucionales, las cinco Organizaciones Regionales de Ordenación Pesquera (OROP) responsables del atún obtuvieron calificaciones satisfactorias en el Principio 3 del MSC, que evalúa la eficacia del sistema de gestión pesquera.
No obstante, persisten problemas significativos en el cumplimiento y fiscalización, particularmente en el respeto de cuotas y límites de captura establecidos.
Esta evaluación se distingue por ser la primera en aplicar la versión 3.1 del estándar MSC, que demanda mayor claridad en las reglas de control y mejora los indicadores de evaluación. Además, incluye una revisión integral del Principio 3, no actualizada desde hace varios años.
“Al aplicar los criterios más recientes del MSC y revisar a fondo los sistemas de gestión, podemos señalar con mayor claridad dónde se avanza y dónde es indispensable actuar con rapidez”, explicó el Dr. Víctor Restrepo, vicepresidente científico de ISSF.
Los resultados del informe trascienden la mera certificación y plantean un desafío integral para toda la industria atunera. Desde flotas pesqueras y gobiernos hasta supermercados y consumidores finales, todos los actores deben asumir su responsabilidad para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de una de las pesquerías más valiosas del planeta.
Con datos actualizados hasta marzo de 2025, este informe proporciona la fotografía más reciente del estado global de las poblaciones de atún y establece una hoja de ruta clara para la acción urgente que requiere el sector.