La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) presentó en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos su último informe sobre sostenibilidad pesquera, revelando que el 64,5% de las poblaciones de peces a nivel mundial se explotan dentro de niveles biológicamente sostenibles.

El documento, elaborado por más de 650 expertos de 200 instituciones en 90 países, analizó 2.570 poblaciones de peces en todas las áreas de pesca marina. Los resultados indican que, aunque la mayoría de las poblaciones se pescan sosteniblemente, el 35,5% permanece sobreexplotado.

“Este informe proporciona a los gobiernos la evidencia necesaria para formular políticas y coordinarlas de forma coherente”, declaró QU Dongyu, director general de la FAO.

Cuando se considera el volumen de producción, el panorama es más alentador: el 77,2% de los desembarques pesqueros mundiales provienen de poblaciones biológicamente sostenibles.

Las diferencias entre regiones son notables. El Pacífico Nororiental lidera con un 92,7% de poblaciones pescadas sosteniblemente, seguido por el Pacífico Sudoccidental con 85%. La Antártida, incluida por primera vez en el análisis, alcanza el 100% de sostenibilidad.

En contraste, el Mediterráneo y Mar Negro muestran solo 35,1% de sostenibilidad, aunque con señales de recuperación: la presión pesquera disminuyó 30% y la biomasa aumentó 15% desde 2013.

Las regiones más preocupantes son el Pacífico Sudeste (46% sostenible) y el Atlántico Centro-Oriental (47,4%), donde la capacidad institucional limitada y la falta de datos obstaculizan el progreso.

Entre las 10 especies más comercializadas, que incluyen anchoveta, abadejo de Alaska y atún listado, el 60% de las poblaciones evaluadas son sostenibles. El atún destaca positivamente con 87% de poblaciones sostenibles y 99% de desembarques de fuentes sostenibles.

Sin embargo, las especies de aguas profundas enfrentan mayores riesgos, con solo 29% de poblaciones pescadas sosteniblemente. Los tiburones migratorios también preocupan, especialmente por la captura incidental en la pesca del atún.

El camino hacia la “Transformación Azul”

La FAO identifica la gestión eficaz como “la herramienta más poderosa” para conservar recursos pesqueros, destacando la importancia de marcos regulatorios sólidos y monitoreo integral.

“El siguiente paso es claro: los gobiernos deben ampliar lo que funciona y actuar con urgencia para garantizar que la pesca marina beneficie a las personas y al planeta”, enfatizó QU Dongyu, quien vinculó estos esfuerzos con la “Transformación Azul” de la FAO.

El informe subraya la necesidad de cerrar brechas en la recopilación de datos, especialmente en la pesca artesanal, y de alinear objetivos de sostenibilidad para mantener los océanos como fuente confiable de alimento para una población mundial creciente.