La Unión Europea ha dado un paso en su compromiso con la sostenibilidad marina al presentar oficialmente el Pacto Europeo por los Océanos durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos celebrada en Niza. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fue la encargada de anunciar esta iniciativa estratégica que pretende abordar las múltiples amenazas que enfrentan los océanos.

Este ambicioso pacto reúne por primera vez en un único marco estratégico todas las políticas marítimas de la Unión para hacer frente a desafíos como la pérdida de biodiversidad, la sobreexplotación pesquera y el cambio climático. La iniciativa no solo busca conservar el entorno marino, sino también convertirlo en una palanca de desarrollo sostenible y cohesión territorial.

La Comisión ha estructurado el pacto en seis prioridades fundamentales:

Restauración y protección oceánica: Incluye el apoyo a los Estados miembros para recuperar hábitats degradados, mejorar la gestión de áreas marinas protegidas y revisar las directivas de estrategia marina y planificación marítima.

Competitividad de la economía azul sostenible: Se pondrá en marcha una nueva Estrategia Industrial Marítima y otra específica para los puertos de la UE, con especial atención a la pesca, acuicultura, transporte marítimo, turismo y energías renovables. Para 2026 se presentará la “Visión 2040” para pesca y acuicultura, además de una estrategia de relevo generacional en oficios marítimos.

Resiliencia de comunidades costeras: Se desarrollará una estrategia específica para territorios costeros, islas y regiones ultraperiféricas, incluyendo la creación de reservas europeas de carbono azul y políticas adaptadas a sus desafíos particulares.

Investigación e innovación: El pacto contempla la iniciativa de Observación Oceánica Europea, vinculada al gemelo digital del océano, y una red de jóvenes embajadores para promover la sostenibilidad oceánica.

Seguridad y defensa marítima: Se reforzará la cooperación entre guardias costeras y armadas europeas, con un plan para limpiar municiones sin detonar en aguas comunitarias y el despliegue de una flota de drones marítimos con inteligencia artificial.

Gobernanza internacional: Se intensificará la lucha contra la pesca ilegal mediante la obligatoriedad del sistema digital IT CATCH a partir de 2026, y se impulsará la ratificación del tratado BBNJ sobre biodiversidad en alta mar.

Para garantizar la implementación del pacto, la Comisión propondrá antes de 2027 una Ley del Océano que proporcionará un marco normativo único y reducirá las cargas administrativas. Se creará un Consejo del Océano de alto nivel con representantes de sectores clave y se establecerá un panel de control digital para el seguimiento ciudadano de los avances.

Durante la presentación, Von der Leyen enfatizó que “el Pacto Europeo por los Océanos no es solo una promesa, sino un plan de acción tangible para devolver la salud a nuestros mares y garantizar que sigan siendo fuente de vida y prosperidad”.

Sin embargo, diversas organizaciones no gubernamentales ambientales han expresado reservas sobre la iniciativa. Critican que, pese a sus buenas intenciones, el pacto carece de objetivos vinculantes claros, especialmente en temas como la pesca de arrastre en zonas protegidas o la reducción del esfuerzo pesquero industrial.

Para sectores como la pesca y la energía marina, el pacto representa una oportunidad para modernizarse, aumentar su resiliencia e implicarse activamente en la conservación del ecosistema marino. La iniciativa busca equilibrar la protección ambiental con el desarrollo económico sostenible de las actividades marítimas.

Con esta iniciativa, la Unión Europea pretende establecer un marco político que guíe al continente hacia un océano más sano, productivo y equitativo. El Pacto Europeo por los Océanos se presenta como la hoja de ruta definitiva para el futuro azul de Europa, basada en la sostenibilidad, la innovación tecnológica y la cooperación internacional.

La implementación efectiva de este ambicioso plan será clave para determinar si Europa logra conciliar la protección de sus ecosistemas marinos con el desarrollo de una economía azul verdaderamente sostenible.