La Organización de Productores Asociados de Grandes Atuneros Congeladores (Opagac) ha solicitado a la Comisión Europea una “defensa firme” de los intereses de la flota atunera comunitaria ante el desplazamiento progresivo de sus caladeros tradicionales en el Atlántico oriental por parte de flotas asiáticas abandonadas en países africanos.

Desde 2016, el panorama de la pesca de atún en África Occidental ha experimentado un vuelco dramático. La flota europea ha visto reducido su número de buques en un 38%, pasando de 21 a solo 13 embarcaciones (7 españolas y 6 francesas) entre 2016 y 2024. Sus capturas de atún tropical han disminuido un 24%, cayendo de 118.226 toneladas en 2016 a 90.321 toneladas en 2022.

En cambio, las flotas asiáticas abandonadas en países como Ghana, Senegal o Guinea han incrementado sus capturas en un 68% durante el mismo período. Ghana, por ejemplo, ha aumentado un 80% sus capturas totales, con un incremento del 151% en el caso del patudo, pasando de 5.709 a 14.329 toneladas.

Julio Morón, director gerente de Opagac, denuncia que están “siendo desplazados de nuestros caladeros tradicionales en África Occidental, donde la flota europea lleva operando desde la década de los 60 del siglo XX y ha contribuido de forma decisiva a generar empleo e infraestructuras en tierra”.

La organización atribuye esta situación a la “falta de un control efectivo” sobre el cumplimiento de las medidas de gestión por parte de flotas de capital asiático, especialmente en lo relativo a la veda al uso de dispositivos concentradores de peces (FAD), establecidos por ICCAT en 2016.

Opagac advierte que esta tendencia pone en riesgo el modelo europeo de pesca sostenible que, desde los años 60, ha contribuido al buen estado de los recursos pesqueros y al desarrollo socioeconómico de los países costeros africanos.

La organización alerta que, de continuar esta evolución, “es sólo cuestión de tiempo que los supermercados europeos dejen de ofrecer atún capturado por buques comunitarios en el Atlántico y comercialicen únicamente el producto procedente de flotas asiáticas que no cumplen los estándares de calidad y sostenibilidad”.

Opagac confía en que el nuevo comisario de Pesca y Océanos, Costas Kadis, contribuya a reequilibrar la política pesquera comunitaria. Considera especialmente relevante la consulta pública lanzada por la Comisión Europea para evaluar la inclusión de criterios de sostenibilidad en los contingentes arancelarios autónomos (ATQ).

La organización destaca que más de 900 mil toneladas de productos pesqueros ingresan a la UE libres de aranceles, sin que se exijan estándares ambientales o laborales comparables a los que rigen para los operadores europeos. 

Foto: @_Opagac