El presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, ha firmado una nueva Orden Ejecutiva orientada a restaurar la competitividad de la industria pesquera nacional mediante la reducción de cargas regulatorias, el combate a prácticas comerciales consideradas “desleales” y el impulso a la producción y exportación de productos del mar estadounidense.

La medida instruye al secretario de Comercio a considerar inmediatamente la suspensión, revisión o eliminación de regulaciones que, según la administración, “sobrecargan” a las industrias de pesca comercial, acuicultura y procesamiento de pescado del país.

Entre los puntos clave de la Orden se incluye la integración de “mejores tecnologías, más económicas y confiables” al Servicio Nacional de Pesca Marina (NMFS), así como programas de investigación cooperativa para mejorar las evaluaciones pesqueras. También contempla la ampliación de los programas de permisos de pesca exentos para promover mayores oportunidades en el sector.

La iniciativa establece la estrategia “America First Seafood” que busca impulsar la producción, ventas y exportaciones de productos marinos estadounidenses, mientras garantiza el crecimiento sostenido de la industria y su competitividad global. Paralelamente, ordena desarrollar una estrategia comercial específica para abordar lo que considera competencia desleal, bajos estándares ambientales y laborales en otros países, así como el abastecimiento ilegal de productos del mar.

La Orden Ejecutiva también dispone mejorar el Programa de Monitoreo de Importaciones de Productos del Mar (SIMP) para detectar más eficazmente envíos de alto riesgo procedentes de países que violan las leyes internacionales, y ordena revisar los monumentos nacionales marinos existentes para evaluar su posible apertura a la pesca comercial.

Según la administración Trump, la regulación actual es “excesiva” y las prácticas comerciales desleales han erosionado el liderazgo de la industria pesquera estadounidense. A pesar de controlar más de cuatro millones de millas cuadradas de zonas pesqueras de primera calidad, Estados Unidos importa casi el 90% de sus productos del mar, generando un déficit comercial superior a los $20 mil millones de dólares.

Esta medida refuerza el compromiso previo de Trump con el sector, tras una Orden Ejecutiva similar firmada en 2020 para promover la competitividad de los productos del mar y reducir cargas regulatorias.

Foto: www.noaa.gov