La Fundación Internacional de Pesca con Caña y Línea (IPNLF) ha lanzado una nueva guía de mejores prácticas sobre la manipulación de pescado y la gestión de la cadena de frío para pescadores artesanales de atún. La publicación, desarrollada en colaboración con el Proyecto Atún Océanos Comunes dirigido por la FAO, busca ayudar a los pescadores a pequeña escala a mantener la más alta calidad de sus productos y maximizar el valor de sus capturas.

“Los primeros minutos después de la captura son realmente decisivos para la calidad del atún”, explica Craig Turley, director de pesca del IPNLF y autor principal de la guía. “Si el pescado no se manipula adecuadamente, el valor de la captura y las ganancias posteriores de los pescadores pueden verse significativamente afectadas”.

La guía recomienda un proceso de siete pasos que incluye técnicas específicas para arponear, desangrar y despachar el atún correctamente, así como métodos para subirlo a bordo minimizando los moretones, y procedimientos adecuados para destripar y abrir las branquias. También detalla cómo mantener la frescura de la captura mediante una mezcla de hielo y tela de muselina protectora, especialmente importante en los climas tropicales donde se realiza la mayor parte de la pesca de atún uno por uno.

Los métodos de pesca promovidos por la IPNLF, conocidos como “uno por uno” (que incluyen línea de mano, caña y carrete, y método de troll), minimizan la captura incidental de especies no objetivo, reducen el uso de aparejos de pesca de plástico y tienen un impacto mínimo en las poblaciones de peces y el medio ambiente.

“Esta guía es un recurso práctico y fácil de usar para que los pescadores en pequeña escala mejoren la calidad de sus productos y aumenten los ingresos en las comunidades pesqueras donde la captura de atún es un componente vital de los medios de vida”, señaló Joe Zelasney, Gerente del Proyecto de Atún de Océanos Comunes.

La IPNLF, organización benéfica con sede en el Reino Unido, trabaja desde 2012 apoyando a pescadores artesanales en diversos países, incluyendo las Maldivas, Omán y Tanzania. Su labor incluye conectar a productores y pescadores directamente con mercados finales éticos y ecoconscientes para beneficio mutuo.