La Comisión del Atún del Océano Índico (IOTC) ha dado un giro inesperado en su última evaluación científica al declarar saludable la población de atún aleta amarilla, especie que durante casi una década fue considerada sobreexplotada.
El Comité Científico de la IOTC otorgó una calificación “verde” a esta población, marcando un cambio radical respecto a la evaluación de 2022, que recomendaba una reducción del 30% en las capturas para alcanzar niveles sostenibles.
Este sorprendente cambio se fundamenta en la aplicación de un nuevo modelo de evaluación desarrollado en 2021, que incorpora las recomendaciones de una revisión independiente realizada en 2023. Según el informe actual, la evidencia disponible indica que la población “no está sobrepescada ni sujeta a sobrepesca”.
Glen Holmes, superior oficial de pesca de Pew Charitable Trusts International, advierte que estos resultados positivos no deben llevar a un relajamiento en los esfuerzos de conservación. “Siguen existiendo incertidumbres significativas y la IOTC debería seguir tratando esta población con cautela”, señaló el experto.
Holmes explica que el cambio en la clasificación responde a una combinación de factores científicos y políticos. La nueva evaluación incorpora un mejor entendimiento de la dinámica poblacional del atún aleta amarilla, comparable al caso del atún patudo del Pacífico, cuya clasificación también cambió tras mejorarse el conocimiento sobre su crecimiento.
El experto también sugiere que factores ambientales podrían haber influido en esta recuperación, aunque por ahora esto permanece en el terreno de la teoría. La evaluación anterior establecía un rendimiento máximo sostenible de 349,000 toneladas métricas, pero carecía de recomendaciones explícitas sobre capturas totales permisibles.
Esta nueva evaluación, que incorpora recomendaciones de revisores externos, representa según Holmes una imagen más precisa del estado actual de la población, aunque advierte que la cautela debe mantenerse en la gestión de este importante recurso pesquero.