El Día Mundial de la Pesca destaca la preocupación de la FAO por dos desafíos cruciales: el impacto del cambio climático y la seguridad marítima. Manuel Barange, Subdirector General y Director de la División de Pesca y Acuicultura de la FAO, enfatiza la estrecha relación entre ambos problemas.

El cambio climático está transformando los océanos, incrementando los riesgos para los trabajadores marítimos. “Los océanos más cálidos generan tormentas más frecuentes e intensas, haciendo las operaciones marítimas más peligrosas”, advirtió Barange.

Las alteraciones de los ecosistemas marinos obligan a los pescadores a alejarse de la costa, aumentando su vulnerabilidad. Para contrarrestar estos riesgos, la FAO implementa múltiples estrategias:

  • Desarrollo de embarcaciones insumergibles en colaboración con estados costeros
  • Proyecto piloto en Sri Lanka con barcos de plástico resistentes
  • Cursos de formación en regiones como Caribe, África y Asia
  • Dotación de equipamiento de seguridad como chalecos y equipos de comunicación.

La organización colabora además con la OIT y OMI para garantizar condiciones laborales seguras, reforzando su compromiso con la protección integral de los pescadores.

“Es crucial brindar apoyo para reducir la mortalidad”, enfatizó Barange, destacando la importancia de la innovación tecnológica y la cooperación internacional en este desafío.