La protección de los océanos está en riesgo. Así lo advierte un grupo internacional de más de 70 expertos, quienes mediante una carta abierta exigen se detenga por completo e inmediatamente la explotación industrial en Áreas Marinas Protegidas (AMP) globales.
La reconocida oceanógrafa Sylvia A. Earle encabeza este llamado de urgencia, señalando que las actuales amenazas industriales no solo ponen en peligro las áreas ya protegidas, sino que complican la creación de nuevas zonas de conservación. El grupo de científicos, que incluye especialistas de Chile, Argentina, Estados Unidos y varios países europeos, ha presentado evidencia contundente sobre cómo la minería, la pesca de arrastre y las granjas acuícolas están destruyendo estos santuarios marinos.
“Es una contradicción absurda”, señala Bárbara Horta e Costa, investigadora del Centro de Ciencias do Mar de Portugal. “Creamos estas áreas para proteger los ecosistemas marinos y beneficiar tanto a la naturaleza como a las comunidades humanas, pero permitimos actividades que destruyen precisamente lo que intentamos preservar”.
La situación en Europa es particularmente alarmante: los datos revelan que las zonas supuestamente protegidas sufren mayor presión pesquera que las áreas sin protección. A esto se suma la proliferación de granjas de salmón en jaulas abiertas, una práctica que los científicos consideran incompatible con los objetivos de conservación.
Si bien la última década ha visto avances importantes en la creación de áreas marinas protegidas, los expertos advierten que estos logros están siendo saboteados por intereses industriales. El grupo también cuestiona los actuales estándares de certificación de sostenibilidad, que podrían estar legitimando prácticas dañinas dentro de estas zonas sensibles.
La carta cierra con una advertencia contundente: si no se detiene la explotación industrial en estas áreas protegidas, las futuras generaciones podrían perder para siempre los beneficios vitales que proporcionan los ecosistemas marinos. Los científicos exigen a los líderes mundiales acciones inmediatas para prohibir definitivamente todas las actividades industriales extractivas en estas zonas cruciales para la biodiversidad marina.
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