La Comisión Europea ha anunciado una inversión significativa de 126,9 millones de euros para financiar 26 nuevos proyectos destinados a la restauración de océanos y aguas. Esta iniciativa, enmarcada en el programa Horizonte Europa 2021-2027, tiene como objetivo principal lograr la protección y restauración de ecosistemas acuáticos saludables para el año 2030, al tiempo que impulsa la transición hacia una economía azul sostenible y la neutralidad climática.
Los proyectos, que involucran a 346 beneficiarios de 37 países, incluyendo 26 Estados miembros de la UE y 9 países asociados, abarcan una amplia gama de participantes, desde pequeñas y medianas empresas hasta institutos de investigación y autoridades locales. La cobertura geográfica de las acciones es extensa, incluyendo zonas desde el Mar Báltico hasta el Mar Negro, y desde el Danubio hasta el Mediterráneo y el Atlántico.
Entre las iniciativas más destacadas se encuentran:
- La gestión sostenible de sedimentos en el río Danubio.
- La protección y restauración de la biodiversidad en las cuencas marinas del Atlántico y del Ártico.
- El combate contra la contaminación del agua y del suelo en la cuenca mediterránea.
- La preservación de ecosistemas lacustres naturales europeos.
- La mejora de la capacidad de retención de agua del paisaje a escala regional.
Los proyectos serán gestionados principalmente por la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA) y la Agencia Ejecutiva de Investigación (REA), con el objetivo de coordinar esfuerzos entre las diferentes misiones de la UE relacionadas con el océano, el suelo y el clima.
Esta misión, lanzada en septiembre de 2021, representa una respuesta concreta y ambiciosa a los desafíos medioambientales actuales. La UE aspira a alcanzar objetivos tangibles para 2030 mediante la sinergia entre investigación, innovación y participación ciudadana activa, reforzando el papel crucial de los océanos y las aguas en la consecución de la neutralidad climática y la restauración de la naturaleza.
La inversión no solo demuestra el compromiso de la UE con la sostenibilidad ambiental, sino que también subraya la importancia de un enfoque holístico e interconectado en la gestión de los recursos hídricos y marinos para enfrentar los desafíos climáticos globales.