La costera del bonito en el puerto de Burela, considerado el principal para esta especie en Galicia, presenta un panorama complejo este año. Según informa Miguel Neira, gerente de Armadores de Burela (ABSA), se ha registrado una reducción del 4% en el volumen de kilos comercializados. Sin embargo, la facturación ha aumentado entre un 4% y un 5%, impulsada por una mejora significativa del 10% en el precio medio, que alcanza los 4,38 euros por kilo.

Esta situación en Burela contrasta con el panorama general de la flota española, que ha experimentado un descenso más pronunciado en las capturas. Las cifras totales muestran una caída del 27% en comparación con 2023, con 10.500 toneladas capturadas, lo que supone 4.000 menos que el año anterior. Este dato resulta aún más llamativo considerando que la cuota disponible para este año es un 30% mayor que la del pasado.

El desarrollo de la temporada ha sido irregular. Tras un inicio más débil entre mayo y junio, julio trajo una recuperación en el ritmo de capturas. Sin embargo, agosto ha estado marcado por altibajos, generando preocupación en la flota por el nivel actual de capturas.

Neira califica la campaña como una “costera tipo”, pero advierte que septiembre será determinante para los resultados finales. A pesar de la disminución en las capturas, parece poco probable que se cierre la costera por agotamiento de la cuota, dado el volumen actual de pesca.

La industria pesquera local enfrenta dificultades para explicar la reducción en las capturas, atribuyéndolo a la variabilidad inherente a cada temporada de pesca. “Cada costera es un mundo y muchas veces cuesta indicar un motivo”, explica Neira, destacando la complejidad de predecir los resultados en un sector tan dinámico.

A pesar de los desafíos, el aumento en los precios ha compensado parcialmente la disminución en las capturas, ofreciendo un rayo de esperanza para los pescadores de Burela. La industria permanece atenta al desarrollo de la campaña en las próximas semanas, que serán cruciales para determinar el balance final de la costera de 2024.

En conclusión, mientras Burela logra mantener cierta estabilidad gracias al aumento de precios, la situación general de la flota española del bonito plantea interrogantes sobre la evolución de la pesca en el Cantábrico este año. El sector pesquero se mantiene cauteloso, a la espera de que el tramo final de la temporada pueda mejorar los resultados hasta ahora obtenidos.