La temporada de pesca del bonito en 2024 está mostrando un marcado contraste con las campañas de los últimos cinco años, caracterizándose por un ritmo más pausado y sostenible. Este cambio en la dinámica de pesca está generando expectativas positivas en el sector.
A diferencia de años anteriores, donde se practicaba una “pesca olímpica” para agotar la cuota rápidamente, este año las capturas son más graduales y de menor volumen. Esta semana se descargaron 131 mil kilos en Hondarribia (España), de los cuales 70 mil kilos fueron vendidos a la industria conservera. Estas cifras contrastan con los volúmenes más altos registrados en días anteriores en diversos puertos.
Se estima que solo se ha agotado un 20% de la cuota total, en comparación con el 40% que ya se había pescado para estas fechas en 2023. Emeterio Urreisti, de la Cofradía de Getaria, describe la actual temporada como “más normalizada”, similar a las campañas de hace más de 5 años, cuando las descargas se extendían hasta septiembre u octubre.
El bonito capturado es de tamaño mediano, con precios que oscilan entre 3,40 y 4 euros por kilo para consumo en fresco, y alrededor de 3 euros para la industria conservera. Aunque es prematuro hacer una valoración definitiva, el sector espera que aumenten las capturas y se mantengan los precios para cerrar una buena campaña.
Este cambio en el patrón de pesca podría tener implicaciones positivas para la sostenibilidad del recurso y la estabilidad económica del sector pesquero, alejándose del modelo de capturas intensivas en cortos períodos de tiempo que caracterizó las temporadas recientes. Los pescadores confían en que esta nueva dinámica permita una temporada más extensa y equilibrada, beneficiando tanto a la industria como a la conservación del recurso marino.