Este 5 de junio se conmemora el Día de la Lucha contra la Pesca Ilegal, No Declarada y No Reglamentada (INDNR), un grave problema que amenaza la sostenibilidad de las reservas marinas y los medios de vida de millones de personas.
La Cámara Ecuatoriana de Industriales y Procesadores Atuneros CEIPA y sus empresas socias han liderado junto con otras asociaciones y entes gubernamentales la lucha contra la pesca INDNR en el Ecuador, siendo actores principales en la elaboración de la Ley de Pesca y su reglamento.
Según estimaciones de la FAO, la pesca INDNR representa hasta un 20% de los desembarques pesqueros globales. Se trata de una actividad delictiva sofisticada, a menudo vinculada con el narcotráfico, la trata de personas y el lavado de dinero.
“La pesca INDNR es un saqueo desenfrenado de los océanos que empobrece a las comunidades costeras, destruye hábitats marinos y distorsiona el comercio pesquero legal”, denuncia María Damanaki, Directora General de Asuntos Marítimos de la Comisión Europea.
Esta práctica depredadora se centra en especies de alto valor comercial como el atún, el pez espada, el bacalao y diversas especies de tiburones. Entre sus impactos, provoca un grave daño a la biodiversidad marina por sus altos niveles de capturas incidentales de especies en peligro.
En un intento por frenar este flagelo, FAO promueve una mayor coordinación internacional para reforzar las inspecciones, compartir datos e imponer sanciones más severas a los infractores.
“Necesitamos acciones firmes y concertadas para privar a los piratas pesqueros de sus beneficios económicos, exponerlos públicamente y llevarlos ante la justicia”, clama la alta funcionaria europea.
Las naciones costeras instan también a los grandes mercados consumidores a exigir pruebas del origen legal de los productos pesqueros que importan, a fin de cortar la cadena de suministro de la pesca ilegal.
En esta lucha planetaria, cada consumidor tiene un papel que jugar mediante sus elecciones de compra, evitando productos cuyo origen sostenible esté en duda.
La pesca es un recurso vital para la seguridad alimentaria mundial que debe ser protegido y utilizado de manera responsable para las generaciones presentes y futuras.