El movimiento Follow the Fish ha emitido una declaración señalando las dificultades que enfrentan los consumidores de la Unión Europea para identificar productos pesqueros sostenibles, a pesar de ser una de las regiones con mayor consumo de pescado en el mundo.

Según la organización, el 75% de los productos pesqueros en el mercado de la UE provienen de pesquerías salvajes, mientras que el resto procede de la acuicultura. Destacan que casi el 70% del suministro de pescado de la UE es importado, con una gran proporción de productos procesados como atún y sardinas enlatadas.

La declaración critica que la normativa de etiquetado de la UE es menos estricta para productos importados y procesados en comparación con los frescos, congelados o comunitarios. Actualmente, los productos procesados y en conserva carecen de información esencial como la especie, el origen, el arte de pesca y el método de producción.

Follow the Fish insta a la Comisión Europea a revisar el reglamento sobre la Organización Común de los Mercados (OCM) para los productos de pesca y acuicultura. Proponen que se exija información básica para todos los productos pesqueros, incluyendo conservas, crustáceos, moluscos y caviar. Además, solicitan que hoteles, caterings y restaurantes también proporcionen esta información a sus clientes.

El movimiento argumenta que estas medidas ayudarían a los consumidores y compradores a tomar decisiones más sostenibles, evitando productos asociados con prácticas ilegales, insostenibles o condiciones laborales poco éticas. Aseguran que esto no solo informaría mejor a los consumidores, sino que también incentivaría a la industria pesquera a adoptar prácticas más responsables.

La declaración concluye con un llamado a defender el derecho de los consumidores a saber y elegir lo que quieren comer, promoviendo así una mayor transparencia en la industria pesquera europea.